Comentario
Iniciada la Segunda Guerra Mundial, Raziel ofreció a sus captores una tregua y ayuda para luchar contra el nazismo. Los ingleses aceptaron y lo pusieron en libertad. Ocho meses más tarde, sus compañeros también consiguieron la libertad a cambio de colaboración. Un grupo encabezado por Stern planteó la secesión; para ellos, el principal enemigo era Gran Bretaña y la Irgun debía ser independiente. Poco les importaba que Inglaterra estuviera combatiendo al nazismo: entre ellos y el Tercer Reich había intereses comunes. Stern (apodado "Yair") fundó el Lobamei Herut Israel, también conocido como Lehi, LHI o Grupo Stern y comenzó a actuar por su cuenta. Era la ultraderecha de la ultraderecha y el más sangriento de los grupos terroristas judíos.
Yair definió los objetivos de la organización -pretendían un Estado hebreo, según el Génesis 15:18, "desde el Nilo hasta el Éufrates"- del que expulsarían a los árabes mediante lo que llamaban eufemísticamente coercitivos "intercambios de población".
En diciembre de 1940, colocaron una bomba en la Oficina de Inmigración de Haifa para protestar por las limitaciones impuestas a los judíos. Luego atacaron a agentes del servicio de inteligencia y de la policía británica con bombas cazabobos y emboscadas. Tal política les echó encima a todas las fuerzas inglesas. En febrero de 1942, la policía localizó a Stern, escondido en un armario en casa de un amigo y lo acribilló a balazos.
Mientras tanto, el líder de la Irgun, David Raziel, moría a manos de los alemanes en Irak, mientras realizaba una misión secreta por cuenta de los británicos. La Irgun encontró un nuevo comandante en febrero de 1944: el polaco Menahem Beguin, dirigente de las juventudes ultras Betar y discípulo dilecto de Jabotinsky. Begin fue primer ministro de Israel en los setenta/ochenta, tras haber encabezado la oposición en la Knesset durante dos décadas. Reorganizó la Irgun y la lanzó a una campaña de ataques contra comisarías y oficinas de inmigración e impuestos del Gobierno británico. El 13 de julio, voló el edificio de la inteligencia inglesa en Jerusalén. La revuelta se convirtió en impopular hasta entre los judíos e incluso los revisionistas se opusieron a ella. Begin rompió lazos con todos.
La banda Stern, por su parte, designó una troika directiva. Yitzak Shamir, que años más tarde haría carrera política, se convirtió en el responsable directo de las operaciones. En agosto de 1944, intentaron asesinar al Alto Comisionado inglés, Harold MacMichael. A fines de año hubo un nuevo conato: Shamir envió a dos sicarios a El Cairo para que asesinasen a Lord Moyne, ministro de Estado británico para el Próximo Oriente y responsable de aplicar el Libro Blanco. Los asesinos fueron capturados y Churchill -íntimo amigo de Moyne- pidió al Gobierno egipcio que los colgara. Fueron ahorcados en marzo de 1945, pero Shamir, el organizador del atentado, quedó impune.
La Haganá juzgó que el atentado de El Cairo había ido demasiado lejos. Stern aceptó una tregua hasta el final de la guerra. Pero los hombres de la Irgun continuaron en la brecha. La Haganá los declaró "traidores" y los convirtió en objetivos prioritarios, acosando a los hombres de Beguin junto con los británicos.
Los grupos especiales de la Haganá capturaron, desarmaron y sometieron a horribles torturas a los secuestrados. La Irgun salió de la II Guerra Mundial muy debilitada. No obstante, todavía fue capaz de asaltar comisarías y volar el oleoducto de la Iraq Petroleum Co. En julio, unió sus fuerzas con el grupo Stern, que había abandonado su letargo, y juntos se dedicaron a atracar bancos de la Histadrut, a robar explosivos y a extorsionar a judíos ricos.